Por qué no me funcionan las cosas que hago

Cuantas veces nos ha pasado que tenemos ideas que llevamos a cabo y conforme pasa el tiempo no vemos los resultados esperados o simplemente no se alcanza la meta deseada. Dentro de todo esto buscamos averiguar cuál o cuales han sido los causantes que impidieron realizar nuestra idea.

Casi siempre encontramos factores externos que están fuera de nuestro control, como la economía, la corrupción, los gobiernos, factores sociales como el abuzo de confianza, la traición, la envidia, los celos y al cabo de un tiempo creemos que todo está podrido y que es imposible, mas si nos van a estar metiendo el pié a lo largo del camino. Por eso aquí están los 4 puntos básicos por los cuales no nos funcionan las cosas que hacemos.

 

Mentalidad.

En una ocasión platicando con mi padre, le dije que me gustaría emprender un negocio, el me respondió que para eso se necesitaba dinero y que era mucho riesgo porque si no funcionaba el negocio podría perderlo si es que lo tuviera. Decía, eso de emprender o de hacer negocios no es para todos porque necesitas saber muchas cosas al respecto, algunos traen el don y otros lo heredan de sus familias. Su frase favorita era decir “esa es la realidad de las cosas”.

En aquel momento yo era muy joven y asimilé lo que mi padre me decía, con su voz de experiencia y autoridad seguía sus consejos, sin embargo algo dentro de mi brincaba cada vez que escuchaba sobre casos de personas que lograban emprender, viniendo de familias humildes o siendo incluso abandonados por su padres y es así como comencé a cuestionar algunas de las enseñanzas de mi padre, obviamente sin decírselo ya que eso implicaba una extenuante platica sobre “la realidad de las cosas”. Para mi era una especie de falla o de error que tenían sus ideas, ya que habían esas excepciones a sus reglas y eran igual de reales.

Una de las causas por las que fallamos al hacer algo es la mentalidad que tenemos.

Mentalidad de miedo: En la escuela nos enseñan a que, equivocarse o cometer un error es síntoma de una persona mediocre, destinada al fracaso, por ello muchos tenemos miedo a equivocarnos. Pero te puedo decir que es totalmente falso. Albert Einstein, se equivocó muchas veces antes de poder concretar su teoría de la relatividad. Tomas Alva Edison fracasó en muchos intentos antes de lograr encontrar el material indicado para su bombilla.

Si, debemos ser prudente en las decisiones que tomemos, pero también debemos comprometernos a hacer lo necesario para no detenernos o paralizarnos ante el miedo.

 

Mentalidad conformista: Algunos vivimos con cierta pereza, salir de esa zona de confort en la que nos encontramos nos va a exigir tener que adaptarnos a una nueva rutina que implica más esfuerzo al que estamos acostumbrados.

Tal vez por eso mi padre decía que eso del emprendimiento no es para todos, porque debes esforzarte y por eso mi amigo esta es otra de las causas por la cuál no funciona lo que queremos hacer.

Así que ajusta tu mentalidad, quitate esos miedos al fracaso y deja de ser conformista.

 

Enfocarte y comprometerte al 100%

“Dice mi mamá que siempre no”. Esta es una frase que aplica muy bien cuando desistimos en algo. Algunos nos distraemos muy fácil cuando iniciamos un camino, viene a mi mente el chavo del 8 cuando jugaba a equilibrar una escoba con el pie, de pronto salía kiko con una pelota o algún juguete que le presumía al chavo y este al comparar lo que hacía contra lo que kiko tenía desistía de su escoba.

Otra de las causas por las que no funcionan nuestras ideas o cosas que queremos hacer, se debe a que no estamos comprometidos y eso hace que perdamos el interés muy rápidamente.

Nos daremos cuenta porque aquí es donde comienzan a surgir muchas justificaciones a lo que hacemos, por ejemplo: no creo que funcione mi idea porque a fulanito que hizo lo mismo le fue mal.

Primero debemos aferrarnos a esa idea, hacer un compromiso tanto con dicha idea y con nosotros. Debemos desayunar, comer y cenar nuestra idea. Concentrarnos en lo nuestro y no en compararlo con los resultados de otros. Si Mark Zuckerberg no se hubiera comprometido y enfocado en su idea tal vez hoy en día no existiría Facebook, puesto que pudo haberse rendido al ver que My Space tenía millones de usuarios y que era poca la probabilidad de que su proyecto no fuera mucha pieza para competirle.

 

Aguantar vara cuando halla turbulencia.

Cuando el gran inventor Nikola Tesla llegó a los Estados Unidos trabajó para la Continental Edison Company una de las compañías de Tomas Alva Edison, Tesla tuvo un buen desempeño tanto que uno de sus retos era rediseñar los generadores de corriente continua de la compañía, Edison le ofreció a Tesla 50,000 USD (algo así como 1.2 millones de ahora), si dicho rediseño funcionara de manera satisfactoria; Tesla no solo mejoró la eficiencia de los generadores también su economía. Cuando reclamó su recompensa Edison le dijo: “Tesla, usted no entiende nuestro humor estadounidense”.

Años más tarde Tesla fundó su propia compañía y fue rival de Edison en la famosa guerra de las corrientes, donde Tesla fomentaba el uso de la corriente alterna como solución a la ineficiente transportación de grandes distancias que tenía la corriente directa. Sin embargo Edison creó una campaña en contra de Tesla afirmando que el uso de la corriente alterna era muy peligrosa, tanto que públicamente hizo pasar corriente a un elefante para mostrar el daño. Tesla mantuvo la calma y estaba tan comprometido con su objetivo que se hizo pasar corriente alterna por su cuerpo para demostrar que Edison se equivocaba, Tesla ganó la licitación para la construcción de la primer hidroeléctrica del mundo (Niagara Falls Power Company).

En el camino van a haber muchos factores que no podemos considerar ni saber como nos van a afectar, se pueden burlar, nos pueden criticar, pueden haber campañas en nuestra contra. Pero es donde debemos de evitar la tentación de desistir y seguir adelante con nuestra idea.

 

Insistir una y otra vez.

El señor Richard era un viejo campesino, había logrado tener muchos recursos monetarios tras vender grandes terrenos que su familia le había heredado, tenía también terrenos donde cultivaba trigo, contrataba gente para esas actividades, teniendo la fama de ser un viejo muy duro, grosero y avaro. Cerca de su casa vivía una madre soltera llamada Ana con su hija Penny, la madre se dedicaba a hacer bordados y costura, conocía al viejo Richard a quien le hacía algunos trabajos pequeños de sastrería y arreglos en su ropa, recibiendo a cambio una pequeña remuneración por este.

Penny era una niña muy inquieta, a menudo era victima de las reprimendas del viejo Richard por meterse a su granero a jugar con el cereal, o correr en su jardín. Un día Ana enfermó de gravedad impidiendo moverse con facilidad, su salud estaba comprometida y debía tomar un medicamento, en ese momento Ana no contaba con el dinero suficiente y le pidió a Penny que fuera a entregar y cobrar unos trabajos que tenía listos, Penny al ver la situación de su madre se espantó y salió corriendo de la casa, Ana consternada pensó que Penny entró en pánico y reaccionó de esa manera.

Sin embargo Penny salió corriendo a casa del viejo Richard, lo encaró y le pidió una moneda de plata para comprar el medicamento que necesitaba su madre, el viejo Richard la regañó y le pidió que se fuera, Penny hizo caso omiso, y le repitió al viejo que necesitaba una moneda de plata, el viejo Richard ahora con gritos extremos al borde de explotar en rabia, le pidió nuevamente a la niña que se fuera de su casa. Penny se acerco de frente a el y le gritó con la misma fuerza ¡¡necesito una moneda de plata!!. El viejo Richard levantó su brazo amenazando con propinarle un golpe a la niña, pero Penny no se inmutó y se mantuvo firme, al ver esto el viejo Richard tomó su monedero y le dio la moneda de plata que le pedía, Penny le dijo “gracias señor” y salió corriendo a conseguir la medicina.

Aunque el relato puede llegar a sonar exagerado, pero es por esto que muchas veces al fallar en nuestras ideas o cosas que queremos hacer nos rendimos. Así como Penny estaba dispuesta a intentar las veces que sean necesarias para conseguir su moneda de plata, debemos de estar dispuestos a intentarlo las veces que sean necesarias para lograr nuestro cometido. Casi siempre las cosas no salen a la primera, por eso es indispensable cometer errores, aprender de ellos y volver a intentar.

 

Y ahora dime, que piensas hacer para que funcionen tus ideas o esas cosas que quieres lograr.

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