Acciones básicas para dejar de ser pobre

Siempre nos andamos preguntando, ¿por qué me va mal a mi y a otros no? ¿qué diferencia hay entre los que tienen y los que no?. Son preguntas a las cuales lo primero que hacemos es buscarle justificación antes que solución.

Los medios de comunicación por acaparar la atención exhiben a la gente mal habida, deshonesta, corrupta que se vuelven ricos y por eso nos queda la idea que para poder ser ricos hay que hacer lo mismo que ellos, lo cuál es absolutamente falso, ya que existen formas totalmente contrarias a estas de tener éxito.

 

Cambiar nuestra forma de pensar sobre el dinero.

Cuantos de nosotros venimos de una educación en donde nos dicen que el dinero hace mala a las personas, estas ideas desde chicos nos crean una programación sobre el dinero, que cuando somos grandes las reflejamos al gastar todo nuestro sueldo, porque si comenzamos a acumularlo tendemos a convertirnos en malas personas.

“El dinero no hace buenas o malas a las personas simplemente magnifica la forma de ser de la persona”.

Peleas por dinero, hemos escuchado cualquier cantidad de historias, en donde los hijos viven al principio felices con sus padres, pero cuando hay un incremento en las ganancias de la familia, comienzan a haber discusiones entre los padres por el dinero, a tal grado de acabar divorciados. Esto los niños lo interpretan como que entre más dinero halla más problemas vienen. De grandes tienden a mejor gastarlo todo en salidas, en comprar todo lo que pidan los hijos, artículos no innecesarios, para compensar ese trauma que nos quedó de niños y evitar que se repita ahora en nuestra familia.

¡Pobre pero feliz!, esta es una frase un poco absurda, porque la pobreza no se trata solo del valor monetario que poseas, se trata de tu valor como persona, pobre de mente, pobre de ideas, pobre de compromiso, pobre en relaciones familiares.

 

Dejar de jugar todo el tiempo a la segura.

Algunos de nuestros padres nos decían de chicos, estudia mucho, consigue un trabajo estable, haz un patrimonio y vive de tu pensión. Esto nos limita en muchos sentidos, amenos dando la gran importancia a conseguir un empleo estable, en donde nos hace 100% dependiente a este, pues no sabemos otra forma de conseguir el éxito si no es por medio del empleo estable y  muchas veces teniendo que soportar las pesadas cargas de trabajo, sacrificar tiempo con nuestros hijos, haciendo de nuestra vida una pesadilla.

La necesidad de seguridad es porque se tiene una inseguridad y esta a su vez es un miedo que hace que no queramos ver más posibilidades.

No quiero emprender mis sueños porque si no funciona me iré a la ruina, no quiero salir de mi burbuja de seguridad porque si no quien sabe que me pasará.

La gente insegura cuando pierde su empleo comienza a vivir un calvario, porque su programación le dice que debe tener un empleo seguro.

La gente próspera cuando pierde su empleo ve la oportunidad para buscar que le paguen lo que vale o simplemente comenzar a construir su propio sueldo.

Si como muchos eres de los que piensas que la gente que ve oportunidad cuando pierde su empleo es: porque no tienen obligaciones como mantener una familia o pagar sus deudas, entonces amigo mio date cuenta por que sigues sin ser próspero, si efectivamente, te la pasas justificando en vez de tomar acciones.

 

Tomar acciones y compromiso.

Todos tenemos sueños e ideas de lo que nos gustaría ser o tener, “si yo tuviera 1millón de pesos haría esto”, ” si tuviera mi propio negocio tendría más tiempo para mi familia”, “si tuviera el puesto de gerente sería mejor que el actual”.

Pero, ¿por qué solo quedan en ideas y sueños?. Simplemente porque no somos conscientes de nuestro valor como persona.

Nos asusta el compromiso porque donde estamos nos sentimos cómodos y eso implicaría tener que trabajar más, tener que sacrificar algo y como fuimos programados para que antes de dar algo primero tenemos que estar seguros de que vamos a recibir, vemos que no hay alguien que nos garantice nada, pues simplemente no me comprometo.

Tengo un amigo que llamaré Carlos (jaja saludos amigo), que es diseñador gráfico, trabajaba y le iba muy bien en una agencia de publicidad, un día le comenté que tenía otro migo Pepe que se dedicaba a la programación, pero requería de un diseñador freelance, le comentó que tenía a un buen cliente y que si quedaba bien el proyecto, le iban a contactar más clientes, a lo que Carlos simplemente dijo, lo siento pero no, yo no me puedo comprometer contigo (Pepe), porque si el cliente necesita de ajustar detalles o cambios no voy a sacrificar mis fines de semana para estar arreglando cosas.

El amigo Carlos como no ganaba mal y sus fines de semana los ocupaba para divertirse no quiso asumir un compromiso, nunca quiso dar para recibir. No sabremos nunca que hubiera pasado si el hubiese sacrificado su diversión por asumir ese compromiso, pero lo que si te puedo decir es que Carlos ya ha cambiado de trabajo 6 veces en 8 años y no se le ve tan cómodo como antes.

Como ven primero tenemos que dar para poder recibir algo a cambio. Si damos acciones recibimos resultados y si nos comprometemos entonces hacemos que esas acciones garanticen los resultados.

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