Qué es el éxito y cómo se come

A lo largo de la historia han habido muchas personas que han alcanzado y logrado grandes éxitos, en cualquier ámbito de la vida. Y muchos anhelamos con tener también éxito en nuestras vidas.

Algo que debemos que hacer es definir nuestro concepto de éxito, para muchos es tener dinero, ser reconocido por mucha gente, tener una medalla o trofeo, lo buscan al emular a personas como Bill Gates, Steve Jobs, Richard Branson, etc.

Pero no nos damos cuenta que hay éxitos como el recuperar a un familiar, el haber podido perdonar a alguien, el lograr empatía y poder ayudar a las personas, también son éxitos pero que no los percibimos de esa manera.

Por lo tanto es bueno comenzar por el principio, definir bien nuestra idea y concepto del éxito. Aquí propongo los cuatro puntos básicos para comenzar tu camino al éxito.

Define tus metas y objetivos.

Primero debemos saber que queremos en la vida antes de comenzar a emprender caminos, de lo contrario solo estaremos dando vueltas en círculos sin llegar a ningún lado o como dice Robert Kiyosaki “en la carrera de la rata”.

Planteate que quieres en la vida, hacia donde quieres ir, quienes te van ayudar y a acompañar, para eso es importante que encuentres tus talentos y sobre eso enfoques tus metas. Es importante que sientas una gran pasión por tus metas y objetivos en la vida de lo contrario no habrá la suficiente fuerza para alcanzarlos.

Procura tener objetivos cortos o medianos en el viaje, porque te van a servir para: darte cuenta de tus avances, para motivarte una vez que hallas logrado subir un peldaño y para darte cuenta si es necesario hacer ajustes en la estrategia.

 

Sin miedo, invoca el poder de la acción.

El miedo nos ha ayudado a subsistir a lo largo de la historia, sin embargo no debes tener miedo a todas las ideas y creencias que no estén alineadas con tus metas y objetivos. Antes se creía que la tierra era plana y que si llegabas al borde caerías al vacío, pero hubieron personas que tenían una convicción tan fuerte que desafiaron esas creencias y alcanzaron el éxito.

Si tienes miedo de emprender, ir a una audición, concursar, etc. Porque crees que vas a fracasar y porque van a decir muchas cosas de ti, la mejor solución es la acción, es decir aventarte e intentarlo, si fallas en lo que intentas habrás logrado dar tu gran primer paso y eso es aprender, para enfocarte, corregir lo que falló y volver a intentar las veces que sean necesarias hasta que lo logres. Así como los niños aprenden a caminar, en el proceso se podrán golpear fuerte y desanimarse, pero se quitan el miedo y vuelven a intentarlo a hasta que lo logran.

 

Aprende todo el tiempo.

Cuando nos aventuramos en nuestro viaje por nuestros sueños, nos respaldan nuestras capacidades y habilidades, sin embargo nos damos cuenta que hay conocimiento que nos puede complementar para ayudarnos a caminar aún más rápido. Por ejemplo una persona que le apasiona la programación en el camino sabrá que si aprende diseño gráfico sus resultados tendrán más potencial, y si aprende a administrar servidores o mercadotecnia podrá llegar aún más rápido a sus metas de lo que hubiera imaginado.

El conocimiento y la información siguen en continuo desarrollo, es importante estar disponibles a cualquier conocimiento fresco y no cerrarnos a creer que lo sabemos todo y que ya lo hemos vivido todo, porque eso es una barrera que en el bajo mundo se le conoce como “conformismo”.

 

Ayuda y agradece.

Muchas veces nos la pasamos quejándonos por lo que no tenemos o no conseguimos, sin darnos cuenta de lo esencial que poseemos como salud, conocimiento, experiencias, inteligencia, fuerza de voluntad, etc. Los medios nos venden ideas falsas que para ser exitosos debemos vestir bien, oler bien, tener lo último en tecnología, sin darnos cuenta que son ideas y creencias que adoptamos por no tener bien definidas las nuestras.

Debemos ayudar a los demás a buscar que den lo mejor de si, aportarles cosas que les generen valor y comiencen a ver que todo es posible solo con un poco de ayuda de ellos mismos. La madre Teresa de Calcuta lo sabía muy bien, tuvo tanto éxito ayudando a los demás y enseñando a ayudar también, es un gran ejemplo de éxito, ella movió al mundo sin necesidad de adquirir bienes materiales.

 

Recuerda que el verdadero éxito se consigue sembrando y cultivando para después obtener los frutos, siempre y cuando afrontemos todo lo que ello conlleva.

Y tu ¿ya te decidiste a lograr tu propio éxito?

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